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Guillermina Pérez Mi Viaje

Detecté un bulto en mi seno derecho en mayo de 2018. Debido a que no hay antecedentes de cáncer de seno en mi familia, fue algo que nunca imaginé tener que enfrentar en mi vida. Después de cuatro cirugías y quimioterapia, el mayor dolor que sentí fue cómo esto afectaría a mis dos hijas. Estoy agradecido por mis amigos, familiares, compañeros de trabajo, proveedores y Thriving Pink, todos estuvieron ahí para mí. Desarrollé amistades muy cercanas y tengo un aprecio más profundo por la vida.

 

La enfermera Chasity del Centro de infusión Davis Sutter me dio una bolsa de confort Thriving Pink y me habló de la organización sin fines de lucro. En Thriving Pink encontré una hermandad de apoyo y compasión que me inspiró a mantener una actitud positiva, mantenerme motivada y devolver el favor.

 

Recomiendo los talleres de Thriving Pink con su enfoque en el bienestar, la resiliencia y el apoyo de su diagnóstico a través de los desafíos de la vida que siguen. Hay varios talleres por mes, algunos son talleres médicos y otros se enfocan en la conexión entre pares. Después de cada taller, existe la oportunidad de compartir historias abiertamente y hacer preguntas en un lugar seguro.

 

El año pasado, Thriving Pink aumentó su alcance en español con su primer taller en español a cargo del Dr. Silva. Hacen llamadas telefónicas, visitan empresas y ponen su información a disposición de un público más amplio.

 

Aquí hay algunas palabras de sabiduría para compartir: “Lidiar con el cáncer no es fácil, pero es factible. La actitud lo es todo. Eventualmente, aprendes a no preocuparte por las cosas pequeñas. También te da coraje para vivir tu vida al máximo y hacer lo inimaginable”.

 

Esta historia fue desarrollada en asociación con @KLJ Studios en Woodland

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